El lujo no es para cobardes; no es maquillaje; no es ir a restaurantes ni a ningún estilo de vestir en particular.
El verdadero lujo es vivir como a ti te gusta.
Con pantalones cómodos. En zapatos cómodos. Con el color de lápiz labial que más te convenga, o sin lápiz labial. Tener comida que sea deliciosa para ti, amigos con los que te sientas cómodo, estar juntos por amor, no por un sentido del deber.
Aprende a renunciar a lo innecesario,
lo que está obsoleto y gastado. Y cuida lo que te gusta. La hija de 5 años de mi amiga lleva toda su pequeña vida visitándonos con su cuchara favorita. Puede darse el lujo de comer con los utensilios que le gustan. Su madre se enoja cada vez y trata de justificarse. Empecé a llevar utensilios de picnic conmigo porque no estoy particularmente ansioso por comer en plástico. Y no me importa lo que los demás piensen al respecto.
La vida de lujo no debe ser "merecida".
Se trata del hecho de que cualquier artículo que elijas es digno para ti. La copa que te dio tu hermana. La camiseta de papá, que es tan calentita para dormir. Pastel hecho con la receta de tu mamá. El beso de un ser querido. Libros emocionantes. Grandes películas. Tus canciones favoritas. Ropa de cama limpia. apartamento ordenado. ¡La vida de tu elección!
Es un lujo no castigarse cuando algo sale mal.
Los calcetines pueden rasgarse. El pastel puede no ser sabroso. Es posible que tus amigos no quieran ver tu película favorita contigo. La persona que amas puede irse. Es posible que no obtenga una promoción merecida. Cualquier cosa puede suceder. Si algo no funciona para usted, no afecta su valor. Simplemente significa que no todo va como quieres ahora.
Es un lujo elegir cómo vivir.
Coser calcetines rotos o comprar unos nuevos. Deseche el pastel y pida sushi, o intente hacerlo de nuevo. Mira la película solo o ve a tomar un café con amigos. ¡Suéltalo o lucha! Busque un nuevo trabajo o reconsidere sus viejas metas.
Es un lujo vivir según tus propias reglas.
Avanza hacia tus objetivos. No te disculpes. No estés en tu zona de confort. No justifiques tus elecciones, tus sueños, tus intereses.
Decir, "Merezco algo mucho mejor." Y luego, "Puedo hacerlo.“